viernes, 20 de febrero de 2015

Hey hola, no he escrito en bastante tiempo desde que comencé esto, y he decidido darle continuidad a algo en mi vida, así que me obligaré a seguir escribiendo, además, han pasado muchas cosas estas últimas dos semanas.

Comenzaré por hablar un poco sobre el fin de semana antepasado, cuando en conjunto con todos los estudiantes internacionales salimos en un bus de fiesta, al cual se le llama Chiva. La Chiva es un camión artesanal, tiene un tamaño más grande que los autobuses convencionales, y además música en vivo dentro, la cual es representativa de Colombia. La Chiva nos llevó a tres discotecas diferentes, estuvimos alrededor de una hora en cada una, fue muy divertido, además al final llegamos un rato a la playa, la pasé genial. 

Éste fue el primer día que probé el famoso aguardiente, que es un licor tradicional aquí en Colombia, algún equivalente de lo que sería el Tequila en México.

En la Chiva conocí a Álvaro, quien es amigo de Martín, quien es un chico mexicano que ya ha estado antes estudiando aquí en Barranquilla. Él me contó sobre el Garabato al día siguiente, yo no estaba informada sobre eso.

Él sábado alrededor de las 6 p.m. el grupo de internacionales y padrinos nos reunimos en una Olímpica  -que es como un Oxxo en México pero mucho más grande- por la calle tal y tal (no recuerdo), también fueron Álvaro y sus amigos.

Días antes, Mary, una chica alemana había ofrecido lugares para ir a un festival a un pueblo llamado Santo Tomás, con unos amigos colombianos de ella; los puestos eran pocos, Alex, Chris y yo los ganamos. 

El Garabato


El Garabato en un desfile tradicional que festeja los pre carnavales. Para ir allá nos advirtieron no llevar celulares ni mucho dinero, por seguridad. Una vez estando ahí había música, muchísima gente bailando, disfrutando yyyyyyy todos estaban arrojando espuma y masiena. Aún no he descifrado el significado de eso pero era la locura. La gente también te mojaba.

Uno de los amigos de Álvaro se llama Diego, lo conocí ahí; él me comentó algo sobre Santo Tomás, al final resultó que el bus en el que iríamos con Mary era el mismo, divertida coincidencia.

El Garabato me gustó bastante, al finalizar el desfile la celebración no terminó (la rumba aquí es larga).

La cosa con los celulares fue que en efecto había bastantes ladrones; aprovechando la alegría de la gente, algunos se acercaban a llenarte de espuma para distraerte y tomar tu celular, las cosas ocurren en segundos, y casi no te das cuenta; por suerte yo no llevaba el mío, pero Martín no corrió con la misma suerte... le llenaron la cara de espuma y cuando quiso limpiarse sacaron su celular, no pudo ver quién.

A pesar de que había muchos policías y por lo general estaban atrapando muchos ladrones, los celulares se perdían, porque ellos se los pasaban a otras personas para guardarlos. Eso fue algo trágico. Un chico estaba bailando y cantando -Me robaron mi celulaaaar, cuídense las bolsaaaaas-
Eso fue gracioso. Le dije a Martín para que sonriera un poco, funcionó.


 Feliz Viaje.


Paulina



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