Hey hola, no he escrito en bastante tiempo desde que comencé esto, y he
decidido darle continuidad a algo en mi vida, así que me obligaré a seguir
escribiendo, además, han pasado muchas cosas estas últimas dos semanas.
Comenzaré por hablar un poco sobre el fin de semana antepasado, cuando
en conjunto con todos los estudiantes internacionales salimos en un bus de
fiesta, al cual se le llama Chiva. La Chiva es un camión artesanal, tiene un tamaño más
grande que los autobuses convencionales, y además música en vivo dentro, la
cual es representativa de Colombia. La Chiva nos llevó a tres discotecas diferentes, estuvimos
alrededor de una hora en cada una, fue muy divertido, además al final llegamos
un rato a la playa, la pasé genial.
Éste fue el primer día que probé el famoso aguardiente, que es un licor
tradicional aquí en Colombia, algún equivalente de lo que sería el Tequila en México.
En la Chiva conocí a Álvaro, quien es amigo de Martín, quien es un chico
mexicano que ya ha estado antes estudiando aquí en Barranquilla. Él me contó
sobre el Garabato al día siguiente, yo no estaba informada sobre eso.
Él sábado alrededor de las 6 p.m. el grupo de internacionales y padrinos
nos reunimos en una Olímpica -que es como un Oxxo en México pero mucho más grande- por la
calle tal y tal (no recuerdo), también fueron Álvaro y sus amigos.
Días antes, Mary, una chica alemana había ofrecido lugares para ir a un
festival a un pueblo llamado Santo Tomás, con unos amigos colombianos de ella;
los puestos eran pocos, Alex, Chris y yo los ganamos.
El Garabato
El Garabato en un desfile tradicional que festeja los pre carnavales. Para ir allá nos
advirtieron no llevar celulares ni mucho dinero, por seguridad. Una vez estando
ahí había música, muchísima gente bailando, disfrutando yyyyyyy todos estaban
arrojando espuma y masiena. Aún no he descifrado el significado de eso pero era
la locura. La gente también te mojaba.
Uno de los amigos de Álvaro se llama Diego, lo conocí ahí; él me comentó
algo sobre Santo Tomás, al final resultó que el bus en el que iríamos con Mary
era el mismo, divertida coincidencia.
El Garabato me gustó bastante, al finalizar el desfile la celebración no
terminó (la rumba aquí es larga).
La cosa con los celulares fue que en efecto había bastantes ladrones;
aprovechando la alegría de la gente, algunos se acercaban a llenarte de espuma
para distraerte y tomar tu celular, las cosas ocurren en segundos, y casi no te
das cuenta; por suerte yo no llevaba el mío, pero Martín no corrió con la misma
suerte... le llenaron la cara de espuma y cuando quiso limpiarse sacaron su
celular, no pudo ver quién.
A pesar de que había muchos policías y por lo general estaban atrapando
muchos ladrones, los celulares se perdían, porque ellos se los pasaban a otras
personas para guardarlos. Eso fue algo trágico. Un chico estaba bailando y
cantando -Me robaron mi celulaaaar, cuídense las bolsaaaaas-
Eso fue gracioso. Le dije a Martín para que sonriera un poco, funcionó.
Feliz Viaje.
Paulina
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